ENCONTRANDO EL SUR II

Metraje: 480 días aprox. Nac: Mundana, Genero: Realiti de aventuras, Catalogada: No recomendada a familiares cercanos.

Si hay algo que une a todos los seres humanos es el deseo de ser felices. Esta voluntad es el motor que activa y determina muchos de los pasos que van a dar Abisinia y Van Birloq en este largo viaje.

La falta de esperanza comienza a recortar sus sueños. Aburridos de esperar y de seguir esperando, de que nada cambie y de que nada venga, deciden perder el miedo a la vida y comenzar a trazar el boceto de su destino. Juntos parten en un viaje que les lleva a recorrer el continente americano restándole importancia al que y dándosela al como.

Este documental reúne la sabiduría y experiencias personales de esta ecléctica pareja en torno a un tema tan universal como es la búsqueda de la felicidad.

El sol de Rio Negro, edición de la mañana.

domingo, 23 de octubre de 2011

El Gran Cañón del Colorado


EEUU  V (Monument Valley, Grand Canyon, Flagstaff) 445km, 3795m+

Pensé que el haber estado durante un mes en zona cañonera iba a servirme de vacuna ante  el Gran Cañón del Colorado. Los otros cañones recorridos en pequeñas dosis serian esas inyecciones de antígenos que  te suministran para posteriormente volverte inmune. Y  que después de haber rodado, andado, nadado por el interior de varios de ellos, el Gran Cañón podría no llegar a impresionarme.
Nada  mas lejos de la realidad, todo lo contrario, cuanto mas te inyectan, mas te gusta. No he sido capaz de crear anticuerpos que me inmunicen ante tanta belleza y si llegue a crear algunos estos se rindieron inmediatamente. Llegado este momento me pregunto que diferencia hay entre las vacunas y las drogas?? Porque cuanto mas viajo, mas ruedo en bici, mas subo montañas, mas me gusta.

“Como todas las drogas, viajar requiere un aumento constante de las dosis”

                                                                                                        John Dos Passos

La retirada de territorio navajo fue como la llegada. Carreteras sin arcén, solitarios kilómetros y preciosos atardeceres acampados al borde de la ruta. Todo ello me condujo al Gran Cañón. Llegue al atardecer con el tiempo justo para poner la tienda y volar camino de sus laderas. Quería contemplar la caída del sol. Una vez allí vuelve otra vez la auto pregunta del mes. Pero esto es de verdad posible?. Luego te pellizcas, esta ya es la fase de confirmación total, es una realidad ante ti.  Este espacio es un “gran espacio”, algo descomunal, su desmedida grandeza te hace sentir pequeño, verdaderamente minúsculo.
Los del periódico del parque lo describen como  “la mayor exhibición geológica de la tierra, es el conjunto de dimensiones impresionantes –la combinación de profundidad, anchura y longitud- lo que diferencia el gran cañón.”


Esto no se lo quiere perder  ni el Tato. 
Un par de accidentes y un toque de aviso de mi cuerpo me hicieron parar un poco. Aproveche la buena ubicación del camping para pasar unos días de “reposo”. Y es que llegué allí percutio. Llevaba el dedo gordo de un pie morado e inflamado. El caballo me lo había pisado seriamente hacia una semana y el color del dedo adoptaba una amplia gama de morados dependiendo del día. Posteriormente a la llegada, Abisinia intento tirarse al suelo (lo consiguió), la cogí al vuelo y me lleve un pellizco entre la rueda y el guardabarros, parecía que tenía una sardina arenque en la pierna, otro morado p´al body. Finalmente al levantarme uno de mis ojos parecía robado a Urtain en sus peores momentos (deportivos). Un peazo de orzuelo no me dejaba abrir bien el ojo y yo sin la llave hueca que todo lo cura. Vamos que estaba pa´joderme.


Unos cafés (2) de litro, de los de aquí, me hicieron remontar el vuelo y después de otro café (3) estaba viendo el atardecer desde otro de los puntos interesantes del parque. Flípalo men. Al día siguiente, unos sanguis, algo de agua y me voy de excursión.

Trece meses de antelacion son los que necesitas si quieres recorrer el Cañón en mula.
Te ves en el borde del precipicio, en el borde del barranco, al fondo, allí a lo lejos, 1500 metros mas abajo el rio, empiezas a descender. El cañón te engulle, un camino en zigzag bastante vertical te permite sumergirte en él. Trascurridas unas horas de paseo te ves allí abajo rodeado de impresionantes crestas, de coloridas capas de  tierra  bien diferenciadas. Cañones laterales para darle mas énfasis al desorden de tierra que te rodea y un poco mas abajo, ya cerquita de ti, el responsable de todo esto, el rio Colorado. En una zona desértica como esta no falta el agua, el  rio viene desde las rocosas y no deja de fluir dando forma a este paisaje.  Parece una maqueta gigante de museo la cual emula un corte perfecto en la tierra, donde se pueden observar los diferentes materiales que la componen. Allí abajo sientes como la naturaleza te ha ganado una vez más el pulso, has perdido el control y es que estas en clara inferioridad. No eres nada ante ella, ante su grandeza. Sensaciones que había sentido sobre la tierra, en montañas, ahora llegaba a sentirla bajo ella, en un cañón.
La música suena todo el día en los cascos, hace que mis sentidos estén aun mas sensibles, mas abiertos y es que hoy los riega el Morente. El Gran ENRIQUE tampoco ha querido perdérselo. He descubierto este video y me tengo que quitar la gorra (aunque se me vea la calva) ante este hombre una vez mas, grande.
Esto fue un 15 de octubre, a la llegada al camping hoy música a lo lejos, muy lejos, muy muy lejos. Creo que eran Las Ketchup y cantaban algo así “aunque parezca mentira me pongo Colorado cuando me indignas” era algo confuso, un “déjà vu”.
Y me voy camino para Flagstaff, porque esto se acaba. Me quedan pocos días de visado y mucho por recorrer, me tengo que acercar a la frontera mejicana. Son los dos últimos días que voy a rodar por USA y  los disfruto a tope. Carreteras sin tráfico, lindas montañas y la colorida llegada del otoño me hacen empezar a sentir nostalgia de lo que aún no he dejado atrás y estoy a puntito de abandonar. Dos días de despedida bicicletera fantásticos.
 La llegada a la ciudad fue algo surrealista, entro en ella ruedo unos kilómetros y cuando paro a coger el papel donde había anotado la dirección de Eddie, por arte de bicibirloque compruebo que estoy en la puerta de su casa. Ahora me doy cuenta que ese día debía de haber jugado a la lotería. Y para lotería la que me toco llegando a esa casa. Compartimos un día a tope, me lance a por mí tercera tortilla de patata del viaje, Ojos de Brujo en la radio y unas cervecitas torpedo hicieron que me sintiera como en casa, y os aseguro que cuando uno lleva mucho tiempo fuera de ella llegar a sentir esto o algo mínimamente parecido es la hostia.
"Subete a mi tren azul"

De remate a la mañana siguiente salgo a la calle con mi cámara y después de mas de dos años empiezo a hacer otra vez el tipo de foto que me gusta, los rincones, las gentes, los siento, los disfruto, me veo torpe, la falta de práctica, qué bueno!!!!! se acaban las pilas. Solo necesitaba tiempo y paz.
Pero esto no había terminado, a la mañana siguiente llegaron Nan y Gary. Pareja ciclista, no se puede decir que fueran jóvenes, enamorados hasta las trancas, con planes de largo viaje y largo tiempo en ruta, y una excelente filosofía en su manera de viajarlo. Con ellos rematamos la faena, hicieron una cena de rechupeteeeee y pasamos otro divertido día, parecía que estuviéramos de viaje fin de curso. Gracias a los tres, fue fantástico.

Cogí el tren Destino San Diego, llego con retraso de mas de una hora, casi pierdo el transbordo en Los Ángeles pero es que allí llego también tarde. En la estación me espera Brad con su camión para poner mi equipaje, la inmensa caja donde está encerrada Abisinia como si de una contorsionista se tratase, y me lleva a su casa donde me está esperando Ann y una habitación donde descansar el tiempo que necesite, después de 20 horas de tren es mas que necesario. Quizás el cansancio también estaba ocasionado por haber comprobado el peso de mi equipaje. En la estación confirme que era mayor del cálculo mental que daba por bueno. La bici y las alforjas, sin agua y sin comida es de más de 60 kilos, si a esto le añadimos mi peso, estamos hablando que en esas cuestas por las que he rodado debía de arrastrar unos 140 kilos sobre mi bicicleta. Agotador solo de pensarlo.
Después de cuatro meses en tierras de america del norte estoy preparado para abandonar otro país y otras costumbres. Cuando me preguntan de donde eres, al responder de Madrid siento que estoy mintiendo. Y es que cada vez tengo mas la sensación de ser de donde mis ruedas rulan y de donde mis huesos abrazan la tierra cada noche. En unas ciento veinte noches que llevo de viaje, he dormido siete de ellas en cama, el resto, al suelo, al terruño, energía de la madre tierra siempre cercana.

Aquí empieza un nuevo viaje, ya no tendré que estar todo el día alerta con el lenguaje. Es agotador no dominar una lengua y tratar de comunicarte y aprender a diario. También dejo “el primer mundo” para ir a zonas mas pobres. El clima y las playitas van a ser un gran cambio de paisaje, la gastronomía….supongo que van a ser muchas cosas las que hagan esto se transforme en un tipo de viaje diferente hasta el ahora rodado, pero eso ya lo veremos.

“….mundo y todos buscando un sueño cambiamos así de rumbo.
Si profunda es la distancia, profunda es la lejanía, en un alma peregrina no existe ciudadanía.
La bandera es un dilema, la patria y la geografía.
Donde quiera que este yo siento que esta tierra es mía.
Caminos que te separan y te obligan a escondidas a ser cautivo de idiomas e ideologías”
                                                                                       X Alfonso, Habana blues BSO

Anunciaros que cierro por vacaciones, cruzo mañana la frontera vía Tijuana y me voy una semanita a la playa, alli me espera una princesa, una princesa  azul para un principe marrón. Que pasa? En todos los trabajos se fuma. Mas información a la vuelta de publicidad.





Desde este cielo que es el mío y también el tuyo, porque él no conoce fronteras. Desde este cielo que no entiende de barras y si de estrellas. Desde su luz donde solo muere, sin lucha, rendido, el atardecer. Un grueso abrazo amigos.

3 comentarios:

  1. Pasamos como fantasmas por Navajoa, Ciudad Obregón y Hermosillo. Estábamos en Sonora, aunque ya desde Sinaloa yo tenía la impresión de estar en Sonora. (...)Belano, Lima y yo buscamos el rastro de Cesárea Tinajero.

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  2. por fin se te vé !!!
    tecleando bicibirloque en youtube, aparecéis tú y tu grane inseparable compañera abisinia.
    te haciamos más delgadito.
    mucho peso llevas no?

    a seguir muríéndonos todos de envidia.

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