ENCONTRANDO EL SUR II

Metraje: 480 días aprox. Nac: Mundana, Genero: Realiti de aventuras, Catalogada: No recomendada a familiares cercanos.

Si hay algo que une a todos los seres humanos es el deseo de ser felices. Esta voluntad es el motor que activa y determina muchos de los pasos que van a dar Abisinia y Van Birloq en este largo viaje.

La falta de esperanza comienza a recortar sus sueños. Aburridos de esperar y de seguir esperando, de que nada cambie y de que nada venga, deciden perder el miedo a la vida y comenzar a trazar el boceto de su destino. Juntos parten en un viaje que les lleva a recorrer el continente americano restándole importancia al que y dándosela al como.

Este documental reúne la sabiduría y experiencias personales de esta ecléctica pareja en torno a un tema tan universal como es la búsqueda de la felicidad.

El sol de Rio Negro, edición de la mañana.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Go to the sun


EEUU I, (Eureka, Browning, Bozeman) 940k, 6270m+

Cruzar las Rocosas de oeste a este era mi siguiente propósito. Si la carretera elegida para hacerlo  estuviera en un parque nacional, el de los Glaciares en este caso, mayor aliciente. Si la distancia del puerto fuera de  mas de veinte kilómetros continuos de subida y su desnivel fuera de mas de mil metros y la cumbre supera los dos mil, esto ya empezaría a sonar a etapa de Tour de Francia. Todas estas características las reúne la carretera “Go to the sun”. Es una de esas ascensiones que ningún ciclista quiere perderse.

La salida de Canadá fue rápida, seguía con Sharon y no rodábamos, volábamos. Seguí saboreando los madrugones, las altas velocidades, las tardes de piscina y crema para el sol. Hacíamos un tándem irrepetible (si nos pilla el Reynolds de Arroyo nos ficha). Los metros corrían en el cuentakilómetros a la misma velocidad que lo hacen los símbolos de las cerezas en una máquina tragaperras.  En el llano nos relevábamos, en las bajadas tiraba ella y las subidas eran cosa mía. Llegamos a hacer 100 km en menos de cuatro horas, algo impensable para mi cuando rodaba solo. Haciendo cálculos me levantaba a la misma hora que lo hacía en mi último trabajo, alrededor de las seis treinta, a las siete treinta currando/rodando y a eso de las once cuando allí acababa de entregar el informe diario, aquí acababa de rodar cien kilómetros. Que cansa más??

El cruce de la frontera con Usa ya os lo sabéis. Al otro lado me esperaba Sally y Jon, en su cabaña ubicada en medio del bosque y con sus bombones de cacao traído de Ecuador. Pasaban los días y necesitaba estar solo (cosa cada vez más complicada de conseguir). Así que a mi llegada a Whitefish, entrevista con el señor del camping.

 - Y tú de dónde eres?

 - Madrid, Spain

- Ahhh Madrid; provincia de  Montana, entonces tienes precio especial.

Así son por estos lares, amabilidad suprema con el esforzado y buenas tazas de café compartidas por la mañana. Por fin Abisinia y yo solos. Conseguí mi soledad deseada, y lo celebré con una cenita para uno. También descanse para recuperar fuerzas y hacer trabajo de oficina. Cada vez son mas las cosas a hacer con esto del internet y además debía planificar el viaje ante el recorte de días en mi visado.


Camino de PN de los Glaciares lleve conmigo lo de siempre. Cuando aparece un nombre con mayúsculas en el mapa, yo me lleno las alforjas llenas de lluvia. Un mes y medio sin llover, allí estaba yo para solucionarlo. En el camino, ya casi de llegada, cuando me cuestionaba que era peor, la lluvia o el viento?, me encontré con dos pumas en medio de la carretera. Joder que cague!!!, me baje de la bici y cogí mi espray antiosos para ponérmelo en bandolera, con el seguro quitado. La conclusión a la que llegue a través de la experiencia fue que el viento y la lluvia juntos es lo peor. Llegada al camping y madrugón para cruzar el paso. Una hora debatiendo dentro del saco si montar todo en la bici y salir con la lluvia torrencial o esperar al próximo día. Esperar fue la decisión. Día de lindos paseos por el monte con la guarda del camping y toma de fuerzas para la etapa del día siguiente.


Me desperté de nuevo a las seis, la carretera la cierran para ciclistas de once a cuatro, debido a su estrechez. Me vestí de ciclista, me puse mi maillot de las grandes ocasiones  y con un punto de ilusión quinceañera me dirigí hacia el coloso, que ilusión. La subida es de veinte kilómetros en los que superas algo mas de mil metros de desnivel sin un solo descanso para las piernas. El desnivel es constante, supongo que alrededor de un 5%, porque en ningún momento tienes una gran pendiente o un falso llano donde tomar aire. El paisaje podéis imaginaros, revueltas, barrancos, curvas de herradura y todo esto rodeado de grandes paredes cubiertas de hielo. Esta ascensión me hizo comprobar en qué estado de forma estoy y que un día de descanso hace milagros para tus piernas. Lo ascendí con plato mediano y con reservas para hacerlo a mayor velocidad, se van notando los kilómetros en mi cuerpo. Contado de este modo puede  parecer una de esas etapas de tarde de verano en las que Chozas así como el que no hacía  nada se llevaba un triunfo de etapa en el Tour. Una de esas etapas que te hace sentir ciclista, que ilusión. Pero una vez mas  no podía ser todo perfecto. A mi llegada a la cumbre, empieza a soplar un viento helador y lo siguen los primeros copos de nieve. La temperatura no deja de bajar y ya estamos por debajo de cero y……..la nieve se convierte en granizo. Unos operarios ante mi llegada cambian el nombre del cartel del puerto, ahora  se llama “Go to the snow”.  Rápidamente comienzo la bajada y al kilometro me paro dentro de un túnel. La carretera se cubre totalmente de nieve y la situación se torna cada vez  mas peligrosa. Decisión, reanudar la marcha. El casco que hasta el momento no me había protegido de ningún golpe tuvo trabajo con las balas de granizo. Bajada heladora, arriesgada, para no repetir. Pero esto no fue todo el día debía de continuar. Una información errónea recibida en perfecto castellano me llevo a rodar cincuenta km mas con su correspondiente desnivel para llegar a la ciudad “maldita”. La etapa idílica se convirtió en otro etapón de más de cien km, mas de mil setecientos metros de desnivel y con temperaturas bajo cero. Etapa reinona hasta el momento de este viaje.

Llegue a Browning, capital de la reserva india de los Piesnegros. Si los de las películas, pero ahora van en coche y visten pantalones vaqueros. Todo el mundo me decía, no vayas a dormir allí, no hay camping, es una ciudad muy sucia e insegura. Y es que los “blanquitos” en general  tenemos miedo, tenemos miedo a lo desconocido, tenemos miedo a todo lo que pasa detrás de nuestra puerta blindada o mas allá del cierre centralizado de nuestro coche. Cuando vemos algo diferente no pretendemos conocerlo, lo juzgamos y rechazamos. Es mas fácil. A mi llegada, no sin cierto respeto, fui recibido por personas como nosotros, personas con una extremada amabilidad y simpatía. Me guiaron con un coche hasta el camping y una vez allí me recibieron ofreciéndome el cuarto de la lavandería para mi uso. Había hecho mucho frio y llovido las noches anteriores y allí estaría mejor  que en la tienda. Así fue, gracias Elisa.

"Sólo lo desconocido aterroriza los hombres, pero lo desconocido deja de serlo para quien lo encara"
                                                                                                                            Saint-Exupéry 
Contraste en mis fotos, mas contraste en sus vidas.

Los siguientes días fueron días de ranchos, Montana es tierra de cowboys. Fueron días de calor, a eso del mediodía ya cantaba la chicharra y podías escuchar las alas de los saltamontes emulando el sonido de las castañuelas. Fueron días de viento y es que cuando Eolo se pone a currar que duro es. Fueron días de ciento veinte kilómetros, según los planes (que poco me gusta llevar el tiempo medido) debía de llegar a Yellowstone en cinco días. Fueron días de rodar sobre una patata ondulada Matutano, el color de la paja seca  y la silueta que dibujaba la carretera sobre el terreno así me lo hacía creer. Y siempre, siempre bajo la atenta mirada de las Rocosas que me escoltaban  en paralelo a mi camino, sin perderme de vista, colocadas allí como si alguien hubiese olvidado recoger el esqueleto de un enorme dinosaurio. Omnipresentes.

Esto se extiende, pero es que no veas que intensidad de días y me dejo mucho. Esta bien, sigo.

La llegada a Bozeman, pueblo grande cerca del parque de Yellowstone, debía de ser momento de reposo. Las carreteras se habían convertido en Matutano clásicas, sin ondulación y había que descansar de los etapones anteriores, seguía con mis ciento veinte km pero mas sencillos. Cuando me quedaban treinta km para llegar, aprovechando un banco a la sombra llamo a la pareja que me iba a acoger, Jany & Carl, y de paso hablo con casa. Mi madre me informa que esta en la procesión del Santísimo Cristo de la Indulgencia, patrón de las fiestas del pueblo, al cual mando recuerdos, ante el “anda y que dios te perdone” de mi madre. Cuando cuelgo un hombre estaba esperando para hablar conmigo. Era Tomas, americano que había vivido doce años en España y concretamente en Madrid gran parte de ellos. Comienza la conversación y al rato anulada la llegada a Bozeman, me quedo en Manhatan con esta familia. Tomas y su mujer son Evangélicos, y han creado iglesias por varios países del mundo. Intensa e interesante conversación mostrando dos puntos de vista opuestos desde el respeto. Después de una cena con tortilla de patatas, casi se me saltan las lagrimas, llego otra sorpresa. En el jardín, donde acabábamos de cenar, descubrieron ante mi un enorme jacuzzi. Se fueron a ver la tele (semifinal de factor x) y me dejaron un par de horas bajo el cielo estrellado coronado por la luna creciente. Que os puedo decir… ahí si que sentí que venía dios a verme. Gracias Lori, gracias Tomas. En el camino desayuné con Nicolás, dueño del bar del pueblo, gran tipo y conocí a Carlos, valenciano afincado en Montana hace tela de años. Compartimos buen momento, buenos cocktails y un poco de patria. Llegada a Bozeman, intensidad en la agenda, cenas, fiestas en casas de amigos, cocino mi primera tortilla de patata, compras para los siguientes días en las montañas, puesta a punto del equipo, esto es un frenesí.

"Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos"
                                                                                                                        (Mateo 5:3)
Desde aquí  quiero hacer un llamamiento. Si alguien tiene el móvil, la dirección de correo, lo que sea del dios Eolo, por favor, enviármela. Tengo que hablar con él. Eso sí, tiene un buen convenio, a eso de las  seis de la tarde deja de currar todos los días.
 Bueno  me voy que a cualquiera que le diga que tengo prisa no se lo cree y los de Yellowstone me están esperando.

"I was born under a blood red sky"

Desde mi cielo, desde el cielo sangriento de todos los guetos, un abrazazo amigos.

7 comentarios:

  1. Noches de vinagre y rosas11 de septiembre de 2011, 16:42

    Aquéllos si que eran ajos, las fresas en las tragaporros. Eh muelitas. Flipantes de viaje, aunque me quedo con las tuyas de ahora, muy conseguidas. Sigo en giglico por si la madre.
    Salud

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  2. "La soledad es una fuerza que te aniquila si no estás preparado para superarla, pero que te lleva más allá de tus posibilidades si sabes aprovecharla para tu propio beneficio."

    ESTA ES UNA FRASE DE UN FAMOSO ALPINISTA LLAMADO REINHOLD MESSNER.¡ me gustó y te la paso!

    Tu nos estas demostrando que si aprovechas todo.eres grande, valiente y fantastico y gracias a este blog, gracias a ti, podemos soñar un poco y sentir emociones con tus fotos y tus historias

    se te kiere y se te echa de menos.
    Té.

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  3. Aqui en el curro, hemos estado intentando mis compis y yo hablar con Eolo, y la cosa está difícil, el hombre está liadillo con tanto soplar y dando órdenes a sus 6 hijos y 6 hijas, ellas son las más rebeldillas, pero bueno...
    Lo seguiremos intentando, pero éste hijo de Hipotes no quiere dejar de soplar el capullo.
    Lo sentimos ¡Guapeton! tú mira al cielo y diseña tu ruta...
    Jejeejejeeee !!!!!

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  4. Thor del Kas, martes 13 de septiembre 2011
    Rutas por cielos infernales; algo malo has hecho para que los Dioses estén enojados.
    No temas las tempestades, la fuerza de Thor está contigo...
    Veo que estás cumpliendo tu sueño y me da gran alegría poder participar aunque sea como espectador.
    Por estos lares se te hecha de menos, cuidate y que el Dios Odín te proteja.

    Saludos desde el Valle del Kas.

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  5. Un gran abrazo amigo mío...

    ¡¡¡que bueno lo que estás viviendo en estos momentos!!!...

    Animo y fuerza

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  6. Flipaaaaaaaaaaaaante amigo!. Vaya fotos, espero sigas disfrutando y que Eolo te perdone.

    Reúne fuerzas porque me duelen las piernas tan sólo imaginando los ascensos. Y cuidadín con los pumas... aunque aquí también los tenemos pero de otra clase.

    Sigo tu aventura, ánimo y fuerza.

    Un fuerte abrazo amigo.

    Nach.S.

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  7. http://2.bp.blogspot.com/-hCcT3fybsJk/T4SfpKBOm_I/AAAAAAAAAXc/dO6JBwRZwRI/s1600/aboriginal_bullroarer_w_hair_string_C_.jpg

    Esto es lo qu usan los aborigenes australianos para hablar con el viento. Si no también tienes la versión celta de la Flauta travesera y de la gaita. jeje, al menos quiza no deja de trabajar pero cantas con él y pasas un buen rato. Muchisimas felicidades por tu apasionante aventura, que te dure, muchos, muchos años, que sea largo, larguisimo tu viaje antes de llegar a Ítaca, sigue escribiendo con esa sencillez inmaculada de pocas palabras que dicen mucho mas de lo que callan. felicitaciones bicigrino!!! Tyrone Mactley(un celta)

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