ENCONTRANDO EL SUR II

Metraje: 480 días aprox. Nac: Mundana, Genero: Realiti de aventuras, Catalogada: No recomendada a familiares cercanos.

Si hay algo que une a todos los seres humanos es el deseo de ser felices. Esta voluntad es el motor que activa y determina muchos de los pasos que van a dar Abisinia y Van Birloq en este largo viaje.

La falta de esperanza comienza a recortar sus sueños. Aburridos de esperar y de seguir esperando, de que nada cambie y de que nada venga, deciden perder el miedo a la vida y comenzar a trazar el boceto de su destino. Juntos parten en un viaje que les lleva a recorrer el continente americano restándole importancia al que y dándosela al como.

Este documental reúne la sabiduría y experiencias personales de esta ecléctica pareja en torno a un tema tan universal como es la búsqueda de la felicidad.

El sol de Rio Negro, edición de la mañana.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Espinazo del Diablo



Mexico III; estados de Sinaloa y Durango (Mazatlan, Concordia, Llano Grande, Durango) 327km; 5793m+



Esta última semana la he dedicado, mayormente, a cruzar la Sierra Madre Occidental mejicana de oeste a este, de Mazatlan a Durango. Puedo afirmar que ha sido el recorrido mas duro jamás rodado en mi vida y confirmo que uno de los mas bellos.
Después de mas de tres meses de rodeado de puro desierto llego a unas montañas absolutamente desordenadas, amontonadas y colmadas de vegetación. Se hace difícil adivinar el trazado de la cinta asfáltica, oculta tras coníferas y encinas. Un cielo azul, canosas nubes  con moldeado de peluquería, aroma balsámico a pino  entremezclado con un masticable olor a freno y embrague de tráiler, el seductor verde vegetal convive con el negro de bolsas y envases plásticos de la cuneta, el silencio de las sombras interrumpido por el canto de la chara pinta y el trompeteo apabullante de los tubos de escape de camiones que no son capaces de frenar ante tanta pendiente. Todos estos contrastes no le restan encanto a tanta belleza, solamente te hace entender que has cambiado de mundo, que aquí las prioridades son otras y no precisamente las medioambientales.
En el camino he empleado 6 días, han sido 327 kilómetros con un desnivel de 5793 metros, llegas a rozar los 2900 metros y tienes pendientes mantenidas de un 9%. Todos estos datos de estadística barata son una radiografía de este trazado que comienza a nivel del mar para adentrarte en esta maravillosa serranía y llegar a la ranchera ciudad de Durango (aquí no hay siderurgias). En la ruta mucha ayuda de los pobladores de los reducidos núcleos urbanísticos (me rio de nuestro concepto de urbanismo), gente mayoritariamente humilde que siempre ha compartido todo lo que tenían. He dormido en una cabaña de mineros, bajo el tejadillo de un comedero de carretera, en una minicasita a medio hacer y en la casa de Emiliano donde no había para comer pero nunca les falta para querer. Durante dos de los días rodé mas de cuatro horas para cubrir 40 kilómetros diarios, estas dos jornadas fueron de continuo ascenso, sin descanso.
A mitad del recorrido se encuentra el mirador del Espinazo del Diablo, unos doscientos metros de carretera con precipicio tan impresionante a ambos lados como las vistas que exhibe. Al fondo, para adornar la postal, una sucesión de cortados y acantilados que se precipitan al vacio me acompañaran durante varios días. Para aumentar la épica de este trayecto del “Espinazo del Diablo”, mi entrepierna añade un “Furúnculo del Demonio” que me hace bailar por momentos sobre el sillín.
Recuerdo cuando era niño y me preguntaban; de que equipo eres? Del Barça, Simonsen y del Reynolds, Arroyo, contestaba. Aun puedo decirte las alineaciones; Urruti, Sanchez, Migueli, Julio Alberto, Alexan….., Arroyo, Perico, Villamajó, Gorospe, Laguía….. Mis primeros y únicos recortes de periódico fueron de las proezas de Arroyo y Perico en el Tour, allá por 1983. Poco mas tarde conseguí una bici de carreras, abandoné mi pesada bicicross, y con la Orbea y una cinta de pelo de encendedores Zor empecé a sentirme ciclista de grandes vueltas. Cientos de horas y cientos de tardes en mi pueblo subiendo el puerto de La Lancha lo abalaban, y es que las bicicletas eran para el verano. Pasan los años y  rozando los veinte, en plena preparación de lo que iba a ser mi primer viaje cicloturista a los Lagos de Covadonga, me lesiono. Me lesiono de tal modo que he de dejar la bici por unos dieciséis años y mi mundo ciclista se limita a llorarlas desde el otro lado de los escaparates. Tras una enfermedad de tres meses de reposo absoluto y casi pensando que había olvidado montar en bici, me voy a Pirineos. Vuelvo a rodar después de muchos años y lo hago subiendo todos los puertos míticos del Tour que mi cuerpo y condición me permiten en ocho días. Me retuerzo por sus carreteras y si, puedo volver a montar en bici, me lo ha dicho el Aubisque. Con la emoción de volver a rodar agarro mapas, busco montaña tras montaña, desnivel tras desnivel siempre anhelando los puertos mas duros. Asi recorro geografías combinando el montañismo  en pareja y el ciclismo en solitario. Una ascensión a Los Lagos, era mi cuenta pendiente, y un par de viajes de una semana por España para saber como era una alforja y………… aquí estoy.
Todo este rollo que acabo de soltar y que he resumido (tiene aún  mas enjundia) lo debía de contar antes o después para hacer entender lo que significa para mi este viaje. Mi disfrute no se limita a conocer diferentes personas, lugares y costumbres. Rodar durante horas por estas carreteras, sentarme encima de ese rocoso sillín, y especialmente sentir como la carretera se mantiene cuesta arriba entre montañas para hacerme sentir un escalador es lo mas.
Retomo La Paz como punto de partida. La fiesta ciclista que tanto prometía al final no fue gran cosa, mucha fatiga entre coequipiers. El resto de los días fueron  intensos y compartidos con gente con la que nos desplazábamos en bici por el malecón, como si de Nerja se tratase y rodáramos la serie “Verano azul”. Por supuesto faltaban las cestas en el manillar, que silbáramos a coro la melodía y “el Piraña”. Con tantas horas de bici parece no haber lugar para la grasa en nuestros cuerpos. Estos días dieron mucho de si, el paso por la Oficina de Migración para regular mi situación en el país conllevó una multa y un “casi vas al calabozo” un par de dias. No había puesto sello en mi pasaporte al cruzar la frontera en Tijuana. Mil eran las razones, seguramente ninguna valida, ahora me encontraba fuera de la ley, era un “sin papeles”. Ay, las vueltas que da la vida, que fácil es encontrarte en el otro lado.

Para salir de La Paz y dirigirme al interior no me queda mas que agarrar un ferry. Cruzo la aduana con un simpático sistema de lotería. Pulsas un botón, si te toca verde pasas, si te toca rojo……., a jugar, registro exhaustivo. Las olas provocadas por el viento hacen que la cena no llegue a asentarse en el estomago, hacia tanto que no iba al parque de atracciones que no recordaba lo que era esta sensación de nausea incesante.
Llegada a Mazatlan y esto empieza a ser otro México. El malecón y lo colorido de sus fachadas, mezclado con el tono que da el abandono refresca en mi memoria  pasados paseos por la  Habana vieja. Lo bullicioso de su mercado y su estruendo mecánico, ahora me te trasladan al asiático barrio del Thamel. Salgo de esta ciudad con el esfuerzo que supone la despedida no deseada y es que este nuevo México es muy cálido, muy acogedor, absolutamente cercano. He pasado de un México espejo de EEUU como era la Baja California, para llegar a este mas costumbrista, mas racial.

Hace dos días que comparto ruta con Markus, antiguo conocido del blog… Markus que comenzó ruta también en Alaska es un experimentado viajero bicicletero. En nuestros viajes hemos compartido destinos alrededor del mundo, él en bici y yo a pie. Nos conocimos en Baja California y sus primeras cuatro respuestas a mis primeros cuatro comentarios fueron un;  “no me lo creo, no hablas en serio”,  se junto el improvisador y el calculador, pero también las ganas de retos, de nuevos y remotos caminos, de una fría cerveza acabado un día duro y de pasarlo bien. Rodar con él me resulta familiar, en ocasiones es como si lo estuviera haciendo con mi amigo Ramón. Lo peor de esta relación es que al amanecer que me tortura con el aroma a café recién hecho en cafetera italiana. Esto ya no volverá a suceder porque el último día olvido poner agua y adiós a la cafetera individual. El rodar con un compañero también te da la dimensión del esfuerzo que estas realizando, cuando miras delante o atrás y ves una bicicleta completamente cargada y un tipo encima sudando es como verte reflejado en un espejo.
En pleno proceso fotoevangelizador, al otro lado de la cortinilla el Markus.

Nos despedimos del Pacífico posiblemente por un largo tiempo, abandonando el mar para adentrarnos en la montaña, mi querida montaña. Nos despedimos a lo grande, cenando como reyes, y es que nos creemos modestos, pero vivimos mejor que queremos. Puedo decir bien alto una vez mas que me siento afortunado por todo lo que estoy viviendo.

“Muere lentamente quien no viaja, quien se transforma en esclavo del hábito, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño”

                                                                                                                  Pablo Neruda



Llegada a Durango, ciudad ranchera donde los sombreros y botas vaqueras lucen por sus calles. Con un espectacular cielo azul, encuentro a Markus del que me había separado hacia unos dias, necesitábamos un poco de aire y es que el secuestro emocional al que nos había sometido los intensos días de ruta juntos pasaba factura.

Aquí me recibe la familia de Orestes, médico que atendió a mi orzuelo en Cancún y con el que casualmente contacté y no dudo en ofrecerme la hospitalidad de sus parientes. Suite, ropa limpia, esta vez con suavizante, y buen cotorreo compartiendo experiencias desde los pequeños hasta los mayores. Como colofón, me adorno con una nueva tortilla de patata, van seis, y me llevan de visita a unos escenarios donde rodaban famosas películas del lejano y actualmente decrépito Oeste.

Pero aquí no acaban los encuentros Durangueses, paseando un tipo me mira, se sorprende extremadamente y se dirige a saludarme efusivamente; coño, es Carlos!!!. Cuando fui a Cancún tuve que estar una noche entera en el aeropuerto, mi compañero de penurias fue él. Intensa relación que finalizamos colándonos en un camión para poder salir de allí. Pues voy y me lo encuentro acá, lo flipas. Hemos quedado en Guadalajara donde nos veremos de nuevo en quizás un mes, esta vez con la intención de liarla parda.

Este viaje dejó hace tiempo de tener el sentido de unas vacaciones. Aquellos primeros días en los que no sabía ni como funcionaba la cocina quedan muy lejanos. Ahora vivo esta aventura como un modo de vida, otra forma posible de vivir este mundo.    

Yo me marcho a otro lugar,
puede que el viaje sea largo.
La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.

Intenta no respirar ...

                                                                                               Vetusta Morla, “Al respirar”

Un soplo de energía, de fuerza y aliento para Perdita Durango desde la tierra que la vio nacer. Últimamente su caja torácica esta sufriendo varios envites, un corazón medio partió, fisuras en sus costillas y alguna batalla mas… Lo dicho.

                                                                                                                                                          Foto, Markus.
               

Desde mi cielo endemoniado por la belleza de Belcebú. Un abrazo carnalitos.

Ah, olvidaba una cosa, que no estoy loco, que los hay peores.


3 comentarios:

  1. TCV. QUIERE DECIRLE A UN LOCO MUY LOCO:

    Que un hombre puede viajar por el mundo en busca de lo que necesita, pero al final vuelve a casa para encontrarlo.

    Bueno... aquí ahora y por las circunstancias la cosa está algo difícil, pero de todo se sale solo es cuestión de fortaleza y madurez.

    PRECIOSO BLOG, ENHORABUENA

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  2. Una pregunta: Desde Durango hacia dónde piensas viajar, hacia Zacatecas o hacia Torreon... es que ya no sé por dónde colocarte


    Oye que tu blog es una pasada, como consigues que tambien viajemos contigo desde la distancia. Los textos tan llenos de vida y alucinantes las fotos. Estas hecho un fenómeno. Ojala podamos verte
    Un gran abrazo pronto, aqui ahi donde sea.

    Otra cosa, que aunque a veces estes solo sobre tu abisinia, NUNCA estas solo. Mucha gente pregunta por ti y mucha gente esta cerca .

    BESOTES

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  3. Esta noche se ha colocado una espía de la moda en tu blog, cada día iré investigando cada rincón de esta tu aventura.
    En cada párrafo que leo, me sorprenden muchas frases. No había que comer, pero nunca les falta para querer… Excepcional.
    Exacto la vida da muchas vueltas, todos deberíamos pasar por los momentos de otros.
    ¿Sin papeles? Que faena…
    Cierto que muere quien no viaja, y más te diría yo… quien no arriesga también.
    Por cierto, no pienso que estes loco, cuantos locos quisieran estar tan cuerdos je je.
    Saludos Jorge.

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