A mitad del recorrido se encuentra el mirador del Espinazo del Diablo, unos doscientos metros de carretera con precipicio tan impresionante a ambos lados como las vistas que exhibe. Al fondo, para adornar la postal, una sucesión de cortados y acantilados que se precipitan al vacio me acompañaran durante varios días. Para aumentar la épica de este trayecto del “Espinazo del Diablo”, mi entrepierna añade un “Furúnculo del Demonio” que me hace bailar por momentos sobre el sillín.
Recuerdo cuando era niño y me preguntaban; de que equipo eres? Del Barça, Simonsen y del Reynolds, Arroyo, contestaba. Aun puedo decirte las alineaciones; Urruti, Sanchez, Migueli, Julio Alberto, Alexan….., Arroyo, Perico, Villamajó, Gorospe, Laguía….. Mis primeros y únicos recortes de periódico fueron de las proezas de Arroyo y Perico en el Tour, allá por 1983. Poco mas tarde conseguí una bici de carreras, abandoné mi pesada bicicross, y con la Orbea y una cinta de pelo de encendedores Zor empecé a sentirme ciclista de grandes vueltas. Cientos de horas y cientos de tardes en mi pueblo subiendo el puerto de La Lancha lo abalaban, y es que las bicicletas eran para el verano. Pasan los años y rozando los veinte, en plena preparación de lo que iba a ser mi primer viaje cicloturista a los Lagos de Covadonga, me lesiono. Me lesiono de tal modo que he de dejar la bici por unos dieciséis años y mi mundo ciclista se limita a llorarlas desde el otro lado de los escaparates. Tras una enfermedad de tres meses de reposo absoluto y casi pensando que había olvidado montar en bici, me voy a Pirineos. Vuelvo a rodar después de muchos años y lo hago subiendo todos los puertos míticos del Tour que mi cuerpo y condición me permiten en ocho días. Me retuerzo por sus carreteras y si, puedo volver a montar en bici, me lo ha dicho el Aubisque. Con la emoción de volver a rodar agarro mapas, busco montaña tras montaña, desnivel tras desnivel siempre anhelando los puertos mas duros. Asi recorro geografías combinando el montañismo en pareja y el ciclismo en solitario. Una ascensión a Los Lagos, era mi cuenta pendiente, y un par de viajes de una semana por España para saber como era una alforja y………… aquí estoy. Para salir de La Paz y dirigirme al interior no me queda mas que agarrar un ferry. Cruzo la aduana con un simpático sistema de lotería. Pulsas un botón, si te toca verde pasas, si te toca rojo……., a jugar, registro exhaustivo. Las olas provocadas por el viento hacen que la cena no llegue a asentarse en el estomago, hacia tanto que no iba al parque de atracciones que no recordaba lo que era esta sensación de nausea incesante.
Hace dos días que comparto ruta con Markus, antiguo conocido del blog… Markus que comenzó ruta también en Alaska es un experimentado viajero bicicletero. En nuestros viajes hemos compartido destinos alrededor del mundo, él en bici y yo a pie. Nos conocimos en Baja California y sus primeras cuatro respuestas a mis primeros cuatro comentarios fueron un; “no me lo creo, no hablas en serio”, se junto el improvisador y el calculador, pero también las ganas de retos, de nuevos y remotos caminos, de una fría cerveza acabado un día duro y de pasarlo bien. Rodar con él me resulta familiar, en ocasiones es como si lo estuviera haciendo con mi amigo Ramón. Lo peor de esta relación es que al amanecer que me tortura con el aroma a café recién hecho en cafetera italiana. Esto ya no volverá a suceder porque el último día olvido poner agua y adiós a la cafetera individual. El rodar con un compañero también te da la dimensión del esfuerzo que estas realizando, cuando miras delante o atrás y ves una bicicleta completamente cargada y un tipo encima sudando es como verte reflejado en un espejo.
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| En pleno proceso fotoevangelizador, al otro lado de la cortinilla el Markus. |
“Muere lentamente quien no viaja, quien se transforma en esclavo del hábito, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño”
puede que el viaje sea largo.
La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.
Intenta no respirar ...
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| Foto, Markus. |
Ah, olvidaba una cosa, que no estoy loco, que los hay peores.





TCV. QUIERE DECIRLE A UN LOCO MUY LOCO:
ResponderEliminarQue un hombre puede viajar por el mundo en busca de lo que necesita, pero al final vuelve a casa para encontrarlo.
Bueno... aquí ahora y por las circunstancias la cosa está algo difícil, pero de todo se sale solo es cuestión de fortaleza y madurez.
PRECIOSO BLOG, ENHORABUENA
Una pregunta: Desde Durango hacia dónde piensas viajar, hacia Zacatecas o hacia Torreon... es que ya no sé por dónde colocarte
ResponderEliminarOye que tu blog es una pasada, como consigues que tambien viajemos contigo desde la distancia. Los textos tan llenos de vida y alucinantes las fotos. Estas hecho un fenómeno. Ojala podamos verte
Un gran abrazo pronto, aqui ahi donde sea.
Otra cosa, que aunque a veces estes solo sobre tu abisinia, NUNCA estas solo. Mucha gente pregunta por ti y mucha gente esta cerca .
BESOTES
Esta noche se ha colocado una espía de la moda en tu blog, cada día iré investigando cada rincón de esta tu aventura.
ResponderEliminarEn cada párrafo que leo, me sorprenden muchas frases. No había que comer, pero nunca les falta para querer… Excepcional.
Exacto la vida da muchas vueltas, todos deberíamos pasar por los momentos de otros.
¿Sin papeles? Que faena…
Cierto que muere quien no viaja, y más te diría yo… quien no arriesga también.
Por cierto, no pienso que estes loco, cuantos locos quisieran estar tan cuerdos je je.
Saludos Jorge.