ENCONTRANDO EL SUR II

Metraje: 480 días aprox. Nac: Mundana, Genero: Realiti de aventuras, Catalogada: No recomendada a familiares cercanos.

Si hay algo que une a todos los seres humanos es el deseo de ser felices. Esta voluntad es el motor que activa y determina muchos de los pasos que van a dar Abisinia y Van Birloq en este largo viaje.

La falta de esperanza comienza a recortar sus sueños. Aburridos de esperar y de seguir esperando, de que nada cambie y de que nada venga, deciden perder el miedo a la vida y comenzar a trazar el boceto de su destino. Juntos parten en un viaje que les lleva a recorrer el continente americano restándole importancia al que y dándosela al como.

Este documental reúne la sabiduría y experiencias personales de esta ecléctica pareja en torno a un tema tan universal como es la búsqueda de la felicidad.

El sol de Rio Negro, edición de la mañana.

viernes, 13 de enero de 2012

El Llano en llamas



México V, (S. Luis Potosí, Guanajuato, Jalpan, Xilitla), 584km, 6750 m+


Xilitla sale de la niebla húmedo de rocío. Las nubes de la noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente. Ahora está por salir el sol y la niebla se levanta despacio, enrollando su sábana, dejando hebras blancas encima de los tejados. Un vapor gris, apenas visible, sube de los árboles y de la tierra mojada atraído por las nubes; pero se desvanece enseguida. Y detrás de él aparece el humo negro de las cocinas, oloroso a encino quemado, cubriendo el cielo de cenizas. Allá lejos los cerros están todavía en sombras.

Una golondrina cruzó las calles y luego sonó el primer toque del alba.  Las luces se apagaron. Entonces una mancha como de tierra envolvió el pueblo, que siguió roncando un poco mas, adormecido en el calor del amanecer.

Les contaré esto sin apuraciones. Despacio. Al fin y al cabo tenemos toda la vida por delante. Apurando las últimas horas del 2011 bajé a las calles de Real, poco tiempo tuve de soledad. Conocí a unos artesanos que me abren la puerta de su casa como uno mas, me dan de cenar y rodeado de cactus, palmas chinas y otros mejunjes, recibimos alrededor de una fogata el nuevo año. Este comienza con una cita de mi capicúa, Juan Jorge, artesano del pueblo que me confiesa; “en esta vida no hay mayor riqueza que la de sentirse libre”, él paga su precio por ello, nada es gratis.

Día 1 de enero de 2012, me levanto pronto, y dejo mi habitación decorada al estilo “prisión de Alcatraz”. Mi cabeza estalla en su interior, pero mi cuerpo decide que no puede estar un día mas sin actividad, echa de menos a Abisinia. Agarro el autobús, los autobuses y rumbo a San Luis Potosí, donde Perlie y Rodo me dan tregua para recoger mi bici un día mas tarde. Solo necesito dormir y no ver a nadie. Entro en mi nueva habitación decorada al estilo "La casa de Bernarda Alba".

El amanecer del segundo día del año es bueno; vuelvo a la carretera, dejo la ciudad y cuando salgo a la calle…………., cielo gris, charcos en el suelo y frio del carajo. Otro día mas parado, NOOOOO. Arranco y es dar la primera pedalada y subidón, me olvido de todas las penas, que droga es esta??? Me empieza a dar miedo.  A medida que avanza el día aparece el sol, este día es un regalo, no puedo parar.

Socorro y Chemo Hurtado.


En la entrada a San Felipe me encuentro, a la puerta de su casa con Chemo,. Cruzamos nuestras miradas y sabemos que ambos tenemos ganas de contarnos algo.  En noventa segundos me esta abriendo la puerta de su casa, en una hora me esta abriendo las puertas de su frigorífico y en dos las de su corazón. En cuatro me esta llevando a reparar la bici, Abisinia se ha quedado coja de una rueda al partir un radio  y en seis estoy en el periódico local, entrevista y a la imprenta. A la séptima hora conozco a Socorro, una hermana de Chemo, mujer llena de vitalidad. Con 75 años se levanta todas las mañanas a las 5.30h para amasar con sus manos. Es la panadera del barrio. Nunca olvidare el brillo de sus ojos, el halo de luz que la rodeaba y la alegría con la que conseguía envolver todo.

A la mañana vecinos se agolpan en la puerta para despedirme, familias haciéndose fotos conmigo, mas fotos para el periódico, emocionante despedida de la familia Hurtado, que todo me dio, y salida neutralizada del pueblo. Hago los seis primeros kilómetros rodeado de paisanos en bicicleta y un coche detrás de nosotros cubriéndonos las espaldas.

Los  9000 kilometros de viaje y los cinco días pasado en Zacatecas a 2400 mas luego los otros cuatro en Real a 2800 msnm, mas llevar casi un mes sobre una altitud media de unos 2000 msnm me esta haciendo agarrar un forma física que nunca pude imaginar. El enfrentarte a etapas de cien kilómetros esta haciéndose “fácil”. Ya no llegas agotado al final del día y no se acumula el cansancio igual que antes, vamos que parece que como todos los días “Entrecote a  lo Contador”.



Mi cabeza en su mundo, mi cuerpo relajado, solo un par de kilómetros y estoy en Guanajuato. Un visto y no visto, un golpe seco  me despierta de esta tranquilidad en la que estoy sumergido a golpe de CRACK. Mis sentidos entran en estado de alerta, mis órganos se aceleran y mis virtudes en el manejo de la bici y el malabarismo aparecen. Todo en menos de un segundo. Una cuesta abajo, 140 kilos lanzados a mas de 50 km/h y una ferralla que se clava en la cubierta cruzando esta de lado a lado. El guardabarros se dobla totalmente bloqueando la rueda trasera y esta empieza su descontrolado y veloz baile sobre la grava de la autopista, autos pasando a menos de un metro y yo intentando domar  “la bestia”. Derrapada de mas de quince metros,  y en mi mente, así de golpe, me aparecen los dos cristos y la medalla bendecida que me dieron hace menos de cuatro horas en mi partida de San Felipe. Y es que en estas circunstancias todos los amuletos son pocos. Así que gracias a todos los que me trajisteis amuletos porque han trabajado poco en el viaje, pero intenso.
A la puerta del mercado la historia se repite.


Para que la llegada a Guanajuato terminara de tener su guinda, dos túneles sin iluminar, sin arcén y en una carretera transitada como autopista. Pitidos infinitos dentro del túnel y mas susto para el cuerpo. En estas condiciones es difícil querer estar en una ciudad, pero he aprendido a no prejuiciar y no dejarme influir por las circunstancias, le doy su tiempo y finalmente disfruto de ella. Guanajuato es bulliciosa, caótica en su tráfico, desordenada en su planteamiento urbanístico plena de cuestas y callejones retorcidos. Colorida y sobrepuesta, donde menos te lo imaginas encuentras una calle, un túnel bajo un camuflado puente o unas escaleras que encuentras a ras de suelo, bajo tus pies, de donde aparece uno de los miles de guiris aquí afincados, que hacen su vida bohemia por estos lares. Su centro de aire colonial te invita a pasear largas horas y a disfrutar de sus soleadas plazas, donde he aprendido a pasar las horas sin hacer nada mas que dejar pasar el tiempo, disfrutar del momento y tomar anotaciones en tickets de compra que luego doy forma en este ordenador. Estoy aprendiendo a dejar pasar el tiempo desde el relax y el disfrute. Aquí en Guanajuato me ha acogido la familia de Ángel, artesano que conocí en Nochevieja. Otra gran experiencia y otra lección de diferentes estilos de vida.


Con la intención de no transitar por una ciudad en mucho tiempo, me voy, necesito aire, carreteras estrechas y solitarias, pueblos con verdadero espíritu mexicano y no espacios presa de la globalización que todo esta devorando y que tan impersonales nos esta volviendo. Perdemos nuestras costumbres para ser clones. Somos la presa endeudada y feliz del consumo y del orden televisivo, que todo lo gobierna, que todo lo manipula y nosotros, con los brazos abiertos, lo recibimos como dogma. Quiero ser como el/la del anuncio nos dicta el subconsciente.
Lotería democrata; arriba o abajo, este desapareciendo el medio.


San Miguel de Allende, es mi próximo destino, pueblo que te traslada en el tiempo unos cien años atrás. El empedrado de sus calles, las coloreadas fachadas de los edificios perfectamente conservadas, los ostentosos patios repletos de flores, lo hacen un lugar de cuento. Aquí me encuentro con Isaura, otro descubrimiento de la fiesta de Nochevieja. Colabora con el viaje trayéndome un par de cámaras para la bici que no fui capaz de conseguir después del reventón. Intensos paseos por las cantinas del pueblo y me voy corriendo, sigo sintiendo la profunda necesidad de volar.

Y aquí aparece el dicho, “No querías arroz?, pues toma dos tazas”. Quería encontrarme con el autentico México, con el de las tradiciones, el de las raíces, pues agárrate que vamos.

Me encuentro en El Capulín, pueblo que celebra fiestas, las calles llenas de guirnaldas, sus habitantes vestidos como la ocasión merece, los sombreros y botas relucientes, la iglesia desbordada hace que el público se agolpe en la puerta, los puestos de tacos inundan la plaza de humo y aroma. No hay alojamiento y después de varios intentos tampoco quien me lo brinde así que siguiendo los consejos del pueblo me voy a la delegación (base de la policía) para que me den asilo. Sin dudarlo la agente de guardia me admite y voy a dormir al lado del palenque (ruedo donde luchan los gallos de pelea). A la vuelta del paseo el jefe me dice que allí no puedo quedarme, y la agente castigada con doble turno, 48h seguidas de trabajo. Primera víctima de la hospitalidad. Encuentro en la puerta del super una mujer que me brinda su casa, son las seis y allí estaba la luna. Enfrente de nosotros. Una luna grande y colorada que nos llenaba de luz los ojos y que estiraba y oscurecía mas nuestra sombra sobre la tierra. Ella dormirá con su tía, sabe lo que es estar lejos de casa y no tener un alojamiento. Aun sorprendido por su gran corazón entro con la bicicleta en la casa y en menos de treinta segundos aporrean la puerta al grito de; “salga ahora mismo de mi casa, acabo de llamar a la policía”. Abro la puerta y una de las hermanas se abalanza sobre mi poseída por el ansia de la venganza, el odio y el dinero. Forcejeo con ella hasta quitármela de encima y salgo sin las llaves. La mujer que me dejó su casa es despojada de ella por peleas familiares de herencias. Segunda víctima de la hospitalidad.  Con las mismas no me queda otra que visitar otra de las instituciones del pueblo. El cura me brinda una sala sin luz y abarrotada de imágenes cubiertas por trapos blancos. No gracias, dormiré en el patio, al aire libre, ya tuve bastante en mi infancia con la película “El resplandor”. Compungido, pensando en la persona que se había quedado en la calle por brindarme su casa, hablo con el párroco el cual me responde con un “pasopalabra”. Salgo a la puerta de la iglesia esperando que la misa acabe y encontrarla, pero…………no hay día por malo que se precie que al final no tenga su lado amable. Nuevo cruce de miradas y “Hola, tu eres el rodamundos de la bicicleta?. Ahora mismo vamos a cenar unos tacos y ni pienses en dormir en el suelo, hoy tu duermes en una cama. Siempre he querido hacer lo que tu estas disfrutando ahorita”. Carlos, me da de cenar en el puesto de tacos de sus padres, mi estomago agarrotado aun por la preocupación es económico de alimentar. Cotorreamos hasta altas horas y a descansar que el día ha sido muy, pero que muy intenso. Antes había visto a  la segunda “victima” y hablado con ella a cerca de lo sucedido. Me quedo mas tranquilo. Mi primer contacto con el verdadero México y  parte de sus instituciones ha sido demasiado intenso, un master de aprendizaje en relaciones diplomáticas con las instituciones mexicanas.



Despierto al olor de unas carnitas, recojo unos aguacates de la mata, torta para desayunar, ummmmm, y me encamino hacia el nuevo día. A Carlos lo acaban de llamar ofreciéndole un trabajo el cual empieza mañana mismo. Después de un año y medio sin trabajar de lo suyo la vida le devuelve. Tu la das, ella te da. Enhorabuena y un profundo gracias por ayudarme en el momento mas difícil de este viaje. La senda me regala largos kilómetros de bajada, y allí justo, al girar una curva, otra mas; aparece el Markus. Eyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!, abrazo profundo e intenso y un grito de cabronazo que se lleva p´al cuerpo. Compartimos experiencias, los minutos corren a la velocidad de segundos, nos pasamos info de los trayectos realizados y de los lugares a visitar durante el día y  la noche. Nos hemos cruzado y vamos a realizar recorridos similares pero en diferente dirección. No lo he contado, pero ahorita voy camino de la Huasteca, (si de nuevo al norte, cada uno encuentra el sur como mejor sabe) lugar selvático y es que necesito salir del secarral en el que me encuentro desde hace meses. Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sola sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada. Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después, que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Emocionante despedida de un gran compañero de viaje y con la promesa de intentar rencontrarnos en el camino de Oaxaca nos damos un ADIOS que ambos esperamos sea un hasta luego. Aqui podeis encontrar al austriaco, hoefle.blogspot.com  
Día después en el palenque.


 Y empieza lo bueno, llega de nuevo “momento Tour de France”. Me he cruzado el país de oeste a este para ahora atravesar la Sierra Madre Oriental, el grito de las montañas, de los infinitos desniveles me ha hecho elegir este recorrido tan poco transitado por ciclistas y que va a traer muchas etapas alpinas en los próximos días.

 Ante mi una montaña que superándola, conquistándola, me abrirá la puerta a la vegetación, me dará paso al reino de la clorofila. Mil seiscientos metros de desnivel en treinta kilómetros es el peaje. Comienzo la ascensión, las horas pasan a ritmo de pedalada, me relumbra la cara como si la hubiera zambullido en el agua al pasar por el arroyo, el esfuerzo comienza a ser doloroso, mi culo!!!. Finalmente la recompensa, “La Puerta del Cielo”, excavada en la piedra, forma un pasillo de monumentales dimensiones para mostrar ante mi, justo al otro lado, un espectáculo de vegetación, cascadas, barrancas, horizonte verde. Si, verde, los árboles conquistan hasta el último rincón del piso, aparecen en los lugares mas inestables tapizando al cien por cien la imagen, en ocasiones pienso que estoy en Vietnam. Muy abajo el rio corre mullendo sus aguas entre sabinos florecidos; meciendo su espesa corriente en silencio. Camina y da vueltas sobre si mismo. Va y viene como una serpentina enroscada sobre la tierra verde. No hace ruido. Uno podría dormir allí, junto a él, y alguien oiría la respiración de uno, pero no la del rio. La hiedra baja desde los altos sabinos y se hunde en el agua, junta sus manos y forma telarañas que el rio no deshace en ningún tiempo. Y por si fuera poca recompensa me encuentro con casi cuarenta kilómetros seguidos de verdadera bajada. La espalda se agota por el esfuerzo de controlar a Abisinia tomando las curvas al estilo moto gp, el susto del otro día parece no haber dejado mella, pero si es cierto que intento ser prudente. Como diría el austriaco, “hay que cuidarse mucho Jorge”.

Alcohol y muerte, muy presentes en la cultura popular
De donde viene esa música de los Doors?? En plena bajada parece un regalo. Coño!! es mi móvil, que cambie el politono!!! Recibo una llamada de Mónica, se ha enterado que llego a su mágico pueblo, Jalpan, y quiere brindarme hospitalidad. Tanta, que ha alquilado una cabañita a la salida del pueblo para que pase la noche y descanse sin ruidos sabedora del cansancio que acumula mi cuerpo viniendo desde el otro lado de la sierra en bicicleta. “Me canso yo conduciendo” es su breve explicación. Cenamos con sus amigas, sobremesa de “micheladas”, cerveza mezclada con tomate, chile, y mas ingredientes y a dormir, que once horas de cama reponen a cualquiera. Mónica, MUCHISIMAS gracias por tu amabilidad. Logaritmo neperiano, no?

Dos días mas entre montañas y valles que hacen de la ruta un continuo subibaja me traen a Xilitla, esto es otro México, un lugar caído en el crepúsculo, allí donde se nos acaba la jornada.

Bueno, para no alargarles mas la cosa, un día quieto de esos que abundan en estos pueblos, es un día mas disfrutando de esta tierra, de sus costumbres y de sus gentes. De la gastronomía ya no se ni que decir, sumo a mis nuevos platos mexicanos la Moronga, sangre frita y aliñada, las tripas de cordero fritas, asi como en anillos de la Barbie, todo ello en tacos de maíz, con su cebollita picada y ese cilantro con limoncito. Por no hablar del mole casero, salsa de diferentes chiles tostados, frutos secos y cacao.

Pim, pam, pum.


Ustedes saben que uno es arriero. Por puro gusto. Por platicar con uno mismo, mientras se anda en los caminos. De este modo y casi sin querer, realizo ejercicios de meditación sobre la bicicleta.  Las horas que paso sobre ella me sirven para estar conmigo, cerca de mi centro, desde la relajación, desde otro lugar, otra perspectiva. Esto me hace encontrar respuestas a preguntas que nunca me he realizado. La línea blanca de la cuneta a modo de papiro se va desenrollando y mostrándome su verdad, mi verdad.

Encerrada, enjoyada.


El 2012 ha venido con un ritmo tan intenso de emociones, de sensaciones que no se si estoy preparado para soportarlo durante mucho tiempo. Como esto siga así en lugar de un blog de viajes va a parecer el “Diario de Leticia”, mismamente.

Desde mi condensado cielo donde diluvian sin descanso las emociones, desde donde se pasa del anticiclón emocional a la borrasca visceral a golpe de Cierzo. Un puro abrazo m´hijas y m´hijos.



Sobre Xilitla está bajando otra vez la niebla. En los cerros azules brilla todavía el sol. Una mancha de tierra cubre el pueblo. Después vino la noche. Los perros aullaron hasta el amanecer.

Los textos que aparecen en cursiva negrita están extraídos de los diferentes cuentos que componen el libro de Juan Rulfo, “El Llano en llamas”.  Un verdadero privilegio poder releer este libro de historias mexicanas en México, tan actual a pesar del paso del tiempo, y que me hace entender aún mejor este país que estoy viviendo. 




2 comentarios:

  1. Amigo Jorge.
    Si todavía andas por la Huasteca Potosina valora la posibilidad de visitar el Sótano de las Golondrinas. Yo me fui caminando desde Aquismón. Estuvo dura la caminada pero fue hermoso, como parece que te gustan a ti las cosas.
    Me he reído un buen con lo de la hospitalidad mexicana. Ya se me hacía a mí raro que una mujer en México te hubiera ofrecido su casa de esa forma.
    Muy buena idea lo de poner el perfil de la ruta para que nos hagamos una idea de las chingas que se da uno por los caminos y veredas de la República Mexicana.
    Buen camino y a seguir disfrutando del México sabroso de "los agachados"
    Facundo.

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  2. Después de leer tus historias ya estoy en google viendo imágenes de esos lugares y me quedo con la boca abierta... debes de estar alucinando por los paisajes, la gente, etc...
    Eres admirable y gracias por conseguir que frente a una pantalla tambien podamos viajar contigo...
    ¡¡¡ UN ABRAZO LLENO DE CARIÑO DE LAS 3 !!!

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